Un estudio internacional, aleatorizado, de fase III (estudio Oratorio) que ha liderado el Dr. Xavier Montalbán, jefe del Servicio de Neuroinmunología Clínica del Hospital Universitario Vall d’Hebron y director del Cemcat, demuestra que la administración de un nuevo fármaco experimental, ocrelizumab, desarrollado por Roche, consigue reducir en, al menos, 12 semanas la progresión clínica de la esclerosis múltiple primaria progresiva.
Este tipo de esclerosis múltiple afecta a un 10-15% de los pacientes con esta enfermedad y los síntomas neurológicos que provoca aparecen de forma progresiva y empeoran a lo largo de los meses o años. La importante aportación de este estudio es que hasta ahora, estos pacientes no disponían de tratamiento alguno para la enfermedad, y este es el primer medicamento en fase de investigación que consigue resultados efectivos en la evolución clínica de la esclerosis múltiple primaria progresiva.
El estudio ha analizado la eficacia de ocrelizumab en 732 pacientes con esclerosis múltiple primaria progresiva y la principal conclusión es que consigue frenar la progresión de la discapacidad que provoca la enfermedad en, al menos, 12 semanas. Ocrelizumab es un anticuerpo monoclonal diseñado para atacar selectivamente a las proteínas CD20B que contienen células con un tipo de inmunidad específica que se cree que tienen un papel clave en el deterioro de la mielina y los nervios, una característica común en los pacientes con esclerosis múltiple. Ocrelizumab actuaría uniéndose a la superficie de estas proteínas para preservar las funciones más importantes del sistema inmune.
Otros ensayos clínicos internacionales anteriores, como el estudio Opera I y II, habían probado ocrelizumab a nivel experimental en pacientes en los que se había producido una recidiva de la esclerosis múltiple.
Hasta ahora, no existía ningún tratamiento aprobado para este tipo de esclerosis múltiple, pero, como asegura el Dr. Xavier Montalbán, responsable del grupo de Neuroinmunología clínica del VHIR e investigador principal del estudio, “los resultados de este ensayo clínico son relevantes porque demuestran que podemos administrar a los pacientes con esclerosis múltiple progresiva primaria un nuevo fármaco experimental que frena la progresión clínica de la enfermedad en su fase inicial; y esto supone un gran avance para estos pacientes”.