El 55% de las lesiones se producen durante los primeros siete días de aprendizaje. Las lesiones de cabeza y cuello graves se producen más en los hombres, mientras que las mujeres tienen más fracturas en la rodilla
El esquí es uno de los deportes que poseen mayor riesgo lesional, con una probabilidad actual que oscila entre las 2,6 a las 3,9 lesiones por mil esquiadores al día.
En este sentido, el Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía ha publicado un decálogo de consejos para prevenir lesiones en la práctica del esquí y el snowboard en el que, entre otras recomendaciones, incide en la necesidad de entrenar previamente, adquirir un buen dominio de la técnica y utilizar material adecuado a la hora de realizar estos deportes de invierno.
“La mayoría de las lesiones del esquí son el resultado de caídas o colisiones, principalmente por inexperiencia o técnica insuficiente y el 55 % de ellas ocurren durante los primeros siete días de aprendizaje”, afirma Antonio Manuel Fernández Pérez, profesor del departamento de Fisioterapia de la Facultad de Ciencias de la Salud de Granada. Sin embargo, las lesiones más graves las tienen los esquiadores que llevan más tiempo practicando.
Además de la falta de experiencia, otras causas de lesión en la nieve son el uso de un material de esquí inadecuado, un exceso de confianza o imprudencias o una preparación física deficiente. “Hay que tener en cuenta que para muchos esquiadores el único deporte que practican es el esquí, y esto requiere, por lo tanto, un adecuado entrenamiento durante el resto del año”, explica Fernández Pérez.
Lesiones más frecuentes
En el esquí alpino, la modalidad más extendida de los deportes de invierno, el mayor número de lesiones se producen en la rodilla, con roturas de los ligamentos colaterales, del ligamento cruzado anterior (LCA), y del menisco. Casi la tercera parte de todas las lesiones esquiando se producen en esta articulación.
También, es habitual en la práctica del esquí las lesiones de miembro superior, como la llamada ‘pulgar del esquiador’, que tienen su origen en la caída sobre la mano con el puño cerrado, agarrando el bastón, de forma que la correa o el puño realizan una desviación forzada del pulgar. Los problemas de hombro, como fracturas y luxaciones, también son frecuentes por las caídas sobre el brazo en mala posición o hielo.
En el snowboard, por su parte, el mayor número de lesiones se producen en la muñeca, por contusión directa contra el suelo. Los traumatismos en espalda, cabeza y cara suelen ser más graves cuando el practicante es más experto, cogiendo más velocidad y haciendo piruetas más complejas encima de la tabla.
El origen principal de todas estas lesiones dependen de una serie de variables como la edad y el sexo de los esquiadores. Los jóvenes y adolescentes son los que tienen más riesgo de lesión. Los hombres suelen producirse lesiones más graves de cabeza y cuello, mientras que en las mujeres, la mayor parte de las lesiones son en la rodilla con fractura del ligamento cruzado anterior (LCA).
Según el presidente del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía, Juan Manuel Nieblas, la figura del fisioterapeuta es “fundamental” tanto en la prevención como en la recuperación de lesiones producidas a la hora de practicar deportes de alta intensidad como es el caso del esquí. Nieblas recomienda acudir a un profesional en caso de haber sufrido una lesión para que, “además de tratar el problema, pueda prepararle para la vuelta a la actividad deportiva”
DIEZ CONSEJOS PARA PREVENIR LESIONES EN LA PRÁCTICA DEL ESQUI Y SNOWBOARD:
1. Una buena preparación física: es conveniente entrenar previamente o hacer deporte de forma habitual antes de iniciarse en el esquí o snowboard.
2. Una buena preparación técnica: para adquirir un buen dominio de la técnica se deben tomar clases con un monitor especializado.
3. El material de esquí debe ser adecuado, en buen estado, con las fijaciones bien reguladas por parte de un especialista.
4. Utilizar casco y gafas con cristales con pantalla de rayos UVA para evitar lesiones oculares y craneales.
Utilizar cremas de protección con filtros solares para evitar quemaduras de sol. Siempre evitar los parabenos entre sus componentes. Mira las etiquetas detenidamente.
6. Calentamiento previo a la sesión de esquí incluyendo ejercicios de flexibilidad articular. La intensidad del esfuerzo físico durante el esquí será progresivo mientras se calientan las articulaciones en las primeras bajadas.
7. Esquiar en pendientes y pistas acordes a nuestro nivel de esquí y prestar atención a la evolución de los demás esquiadores, para evitar colisiones.
8. Mantener una buena hidratación de forma correcta y suficiente a lo largo de la jornada.
9. Dejar la actividad física al notar los primeros síntomas de cansancio.
10. Descansar suficientemente. Las lesiones también pueden deberse a la fatiga, bien por falta de horas de sueño, bien por un exceso de actividad física, una inadecuada hidratación o el haber esquiado demasiadas horas.