Evitar la espera de “meses, muchos meses”, atajar patologías de baja complejidad, ayudar a una población cada vez más envejecida y dar una respuesta más rápida al ciudadano. Esto es lo que pretende el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Euskadi con su “histórica” reivindicación para lograr la incorporación de fisioterapeutas en los servicios de atención primaria de Osakidetza, una petición que por fin ha sido escuchada.
La pasada semana el consejero de Salud del Gobierno Vasco, Jon Darpón, compareció ante la Comisión del Parlamento Vasco y habló sobre la conveniencia de incluir este servicio. De momento, “simplemente” es una declaración del consejero, que podría estar interesado en hacer una prueba piloto, aunque “no se sabe más”, según apunta el presidente del Colegio vasco de Fisioterapeutas, Jon Herrero.
Este colectivo, con 3.000 colegiados en Euskadi, lleva cuatro legislaturas, 16 años, luchando para que se lleve a cabo esta mejoría en Osakidetza. Lo que pretende “por encima de todo” es que el sistema vasco de salud dé una “mayor y más rápida asistencia” al ciudadano, algo que ya se está realizando en otras comunidades y también en otros países.
Por lo tanto, Herrero apuesta por “imitar” otros sistemas de salud autonómicos como, por ejemplo, el aragonés, y recuerda que la fisioterapia en atención primaria existe “prácticamente en la totalidad del Estado”. “Nuestro sistema no es que sea malo, pero es mejorable porque ha cambiado el escenario de una manera muy importante por el envejecimiento de la población”, explica.
Por ello, lo que solicitan desde el colectivo es que las patologías básicamente musculoesqueléticas de baja complejidad puedan derivarse directamente del médico de familia al fisioterapeuta.
“No hablamos de alta complejidad, de hemiplejias, amputados, politraumatizados o trasplantados, porque esto es especializado y su atención es de índole hospitalaria. Pero sí de una lumbalgia, un dolor en el hombro, contracturas, una cervicalgia, una artrosis, problemas lumbares, de suelo pélvico y del tipo postural y mecánico, producto de la utilización de ordenadores, de estar mucho tiempo de pie, de pasarse un poco con el ejercicio o de la edad. Que a estos pacientes les deriven a un fisioterapeuta para que les enseñe ejercicios terapéuticos, que deben ser prestados por personal sanitario”, señala Herrero.
EL CÍRCULO SE ALARGA
Este servicio, según defienden, no sólo reduciría la factura sanitaria, sino que evitaría que “se cronifiquen los problemas”, ya que existen patologías que se pueden abordar “de una manera mucho más rápida”.
El problema es que actualmente existe en Osakidetza un “círculo derivador” que es muy largo. Es decir, hasta que el paciente llega a manos de un fisioterapeuta han podido pasar muchos meses de espera. “Transcurre demasiado tiempo desde que el individuo empieza a tener problemas hasta que llega a este servicio”, insisten desde este colectivo.
El sistema de salud cuenta con dos partes, la atención primaria y la especializada. La puerta de entrada hacia este sistema es a través del médico de cabecera, que si lo ve necesario derivará al paciente a un especialista. Tras pasar por la consulta de un neurólogo, traumatólogo o cualquier otro médico especialista, el paciente acabará realizando rehabilitación y, posteriormente, acudiendo al fisioterapia, que se sitúa así en el último escalón.
Fuente: Noticias de Gipuzkoa