El funcionamiento de la memoria y el aprendizaje aún no se han aclarado, especialmente en el nivel de circuitos neuronales. Ahora, investigadores de la Universidad de Uppsala, en Suecia, junto con colaboradores brasileños, descubrieron una neurona cerebral específica con un papel central en el aprendizaje. Este estudio, publicado en ‘Neuron’, puede influir en el potencial para contrarrestar la pérdida de memoria en la enfermedad de Alzheimer.
Cuando una persona con demencia olvida haber cenado, se debe al daño en el hipocampo. Por el contrario, la misma persona puede describir con vívidos detalles un viaje de pesca a Noruega hace 40 años. Ambos casos implican el uso de la memoria episódica, el almacenamiento del cerebro de eventos en los que hemos participado personalmente. Las enfermedades demenciales afectan a la capacidad de formar nuevos recuerdos, especialmente de los eventos desde el inicio de la enfermedad.
Los autores de este trabajo encontraron ciertas neuronas en el cerebro que juegan un papel crucial en el aprendizaje. El mismo grupo de investigación había descubierto previamente células «guardianas» o, en lenguaje técnico, células OLM (‘Oriens-lacunosum moleculare’). Se encuentran en el hipocampo, el área del cerebro conocida por ser activa en la formación de nuevos recuerdos. Los nuevos hallazgos del grupo de investigación de Klas Kullander muestran que la actividad de las células OLM afecta a la codificación de las memorias en el cerebro.
Experimentos en sujetos animales comparables a humanos
Cuando las células OLM se sobreactivaron en experimentos en ratones de laboratorio, las funciones de memoria y aprendizaje de los ratones se deterioraron. Cuando se inactivaron estas células, la función de la formación de recuerdos nuevos mejoró. Esta investigación mejora la comprensión de cómo un solo componente en los circuitos de memoria puede afectar a la formación de la memoria, según sus autores.
«Esperábamos poder perjudicar el aprendizaje, ya que parecía probable que el efecto de nuestro experimento a nivel celular perturbaría la función normal del sistema nervioso. Sin embargo, nos sorprendió descubrir que el aprendizaje y la memoria también podrían mejorarse», dice Klas Kullander.
También ofrece la esperanza de poder contrarrestar la pérdida de formación de recuerdos en la enfermedad de Alzheimer y la demencia. Los primeros síntomas del alzhéimer, el tipo de demencia más común y familiar, se asocian con mala memoria. La memoria a corto plazo se ve particularmente afectada. Para aquellos que sufren de síntomas de demencia, perder funciones de memoria es un problema cotidiano importante.
A día de hoy, no existen tratamientos curativos o medicamentos que puedan detener el desarrollo de las enfermedades por demencia. «El próximo paso es, por lo tanto, investigar esto más de cerca, en experimentos adicionales en sujetos animales comparables a los humanos. Necesitamos más conocimiento antes de que se puedan hacer experimentos para estimular la célula OLM artificialmente en los humanos», concluye Kullander.